La alterna suerte de un príncipe del pueblo, las vicisitudes de Masaniello, de Mario Costantino

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Las vicisitudes de Masaniello

El intento de este trabajo es el de exponer unos principios universales, bagaje de la astrología antigua, que nos permiten estudiar las condiciones celestes que preceden importantes acontecimientos. Con este objetivo, describiremos fenómenos y expresaremos consideraciones de causas generales que permiten investigar unos acontecimientos excepcionales – cambios meteorológicos, sociales, políticos – y también el influjo que se produce sobre los hombres que, en este caso incoscientemente, a veces en manera consciente, juegan una parte central en unos acontecimientos extraordinarios, como fue la insurrección del pueblo de Nápoles en el año 1647.

Lo que sigue toma inspiración de un texto de Placido Titi contenido en su obra “De diebus Decretoriis”. Placido, después de haber expresado algunas cuestiones que se refieren al comienzo de las enfermedades, referiendose a unas afirmaciones de Galeno, declara que “…en cada género de cosas la calidad se indica desde los mismos principios astronómicos y las crisis se producen según las mismas maneras y procesos”.

Entonces describe un fenómeno astronómico digno de notación y lo considera un presagio pues que “la naturaleza de ordinario prenuncia con unos señales los efectos que se producirán”.

Como decíamos, nos referímos a la sublevación del pueblo napolitano “que, en su irracionalidad, llevó Masaniello del mercado del pescado a la dignidad de príncipe y, luego, el decimo día después el comienzo de la rebelión, lo mató [1]”.

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El presagio

La noche precedente al 29 de enero de 1646, antes de la eclipse lunar que se realizó el 31 de enero de 1646, un profesor de astronomía que estaba en el Foro de Cornelio, observó alrededor de la luna llena un círculo luminoso del diámetro de casi 40°. De la Luna, que ocupaba el centro, salían a formar una cruz, cuatro rayos brillantes y en los puntos de contacto con el círculo lucía otra luna. Dos de los cuatro rayos formaban una línea recta, en su descender perpendicular desde el zenith hacia el horizonte. Los otros dos constituían una línea recta, paralela al horizonte, que se extendía casi hasta Venus, todavía visible al ocaso [2]. Este fenómeno (paraselene) desapareció en su totalidad después casi una hora.

El astrónomo referió esta visión al Sumo Pontifice y a sus preguntas sobre las causas y los efectos contestó que era un fenómeno meteórico formado en la región aérea, y por lo tanto que habría causado abundantísimas lluvias. Además, ya que en estos años habían acontecido muchas eclipses visibles de los luminares en el signo del Leo, que gobierna Italia, había un auspicio de un gran daño en unas provincias italianas.

En realidad las crónicas confirmaron que en el otoño de 1646 y en el invierno siguiente, hubo extraordinarias y continuas lluvias tanto que el río Po desbordó cerca de Cremona. Ocurrieron esterilidad de los campos y carestias y luego se produjeron guerras en Lombardia y al final sediciones y extraordinarios tumultos en Palermo y en Nápoles. Pero consideramos, según esta concepción, las causas generales que justifican estos acontecimientos..

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Las eclipses

El 10 de febrero de 1645 hubo una cospicua eclipse parcial de Luna a 23° del signo del Leo [3]. El 21 de agosto de 1645 hubo una eclipse parcial de Sol [4] a 28° del Leo. Después, el 31 de enero de 1646 [5] a 12° del Leo, hubo una eclipse total de Luna de la duración de 4 horas. Al final, el 20 de enero de 1647, hubo otra eclipse parcial de Luna a 1° del Leo y Sirio estaba cerca del grado de la eclipse [6].”

Fueron cuatro eclipses sucesivas, en el espacio de breve tiempo, dos años, que se presentaron todas en Leo y visibles en Italia, una región familiar al Leo. Necesariamente tenían que producirse, en aquellas regiones, un acontecimiento o unos acontecimientos [7].

Porque las eclipses de que hemos dicho habían acontecido en Leo, el Leo domina sobre Italia, es un signo de fuego y, en este mismo período, los planetas superiores formaban aspectos entre sí, por todas estas cosas Placido estaba convencido que “se encendió en el cielo un cualquier cuerpo meteórico igneo y que pasó inobservado o a causa de las nubes o cubierto por el claror diurno o descuidado por negligencia.”

Todos los nuevos clarores luminosos (cometas, estrellas nuevas, bólidos) se producen en cielo cuando entre Saturno, Júpiter y Marte, entre todos los tres, se realizan aspectos. En particular modo en todos los casos en que tenemos varios aspectos entre los planetas superiores, que se repiten en períodos sucesivos, son todas las condiciones que, según este lenguaje, “encienden en el cielo nuevas impresiones [8]”.

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Eclipse del 31 de enero de 1646

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Eclipse del 20 de enero de 1647

Vemos en particular la figura de la eclipse de Luna del 20/1/1647, a las horas 21,20 T.U., la última en orden de tiempo, que tiene las indicaciones de acontecimientos de los meses sucesivos [9].

Marte y Júpiter están retrógrados, unidos a la Luna – el luminar visible – en proximidad del ángulo de la Casa once y en oposición a Sol y Mercurio. Saturno, puesto en Casa octava, está en cuadrado al lugar de la eclipse (0°44’ Leo), a Marte (4°28’ Leo), a Júpiter (3°58’ Leo).

Marte se aleja por movimiento retrógrado [10] desde el cuadrado de Saturno, puesto a 11°07’ Tauro – posición en que se encontraba cuando estaba en su primera estación en diciembre del año precedente [11] -.  Este aspecto más que la eficacia del acontecimiento indica una especie de “rechazo” del mismo.

Además, porque Sirio en aquellos tiempos salía más o menos con 10° de Leo pasa con Marte y Júpiter [12] – tiene el mismo “grado de pasaje” -.

Después, Marte vuelve de movimiento directo y al empezar de abril se une a Júpiter, en mayo alcanza la declinación de Saturno y realiza una cuadradura con Saturno. Júpiter al empezar de julio llega al paralelo de declinación y al quintile de Saturno [13].

Al final, tenemos que observar una cosa importante, Praesepe y los Asnos están con la Luna. Sabemos que éstas, en particular los Asnos, son estrellas muy violentas.

Comprendemos ahora el tiempo en que se expresan los efectos. Si la Luna estaría al culmine podríamos hablar de 6 meses, porque la Luna está en Casa once, son aproximadamente 5 meses desde el momento de la eclipse – en realidad,  redactando la figura en Nápoles o Roma, la Luna está todavía en Casa diez, si bien falta poco para ir a la Casa once – por lo tanto tenemos que atendernos hechos de naturaleza violenta hacia junio/julio.

En resumen, hemos observado donde están Saturno, Júpiter y Marte, cuales aspectos tienen entre sí, y también los aspectos que se realizaron poco tiempo antes y los que realizarán poco después.

La consideración general es que si hay una eclipse y los planetas superiores tienen aspectos entre sí y poco tiempo antes han hecho una conjunción o una cuadradura o una oposición, aspectos hostiles, significan excesos en el tiempo, desbordes, sequía, carestias, guerras o tumultos, etc. Si hay una eclipse pero las figuras entre los superiores son benéficas, entonces no se producen daños o turbolencias [14].

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La sedición de Nápoles

La rebelión del pueblo napolitano estalla el 7 de julio aproximadamente a las horas 17 y 30 minutos desde el ocaso del Sol [15].

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Por lo que anunciado por las eclipses, donde hemos observado aspectos de los planetas superiores cuales señales de efectos extraordinarios en el mundo, también en el momento del comienzo de la sedición Saturno, Júpiter y Marte tienen aspectos entre sí.

1. Saturno y Júpiter tienen la misma declinación (Saturno decl. 17,83; Júpiter decl. 18,05). Saturno y Marte están en cuadrado en el mundo (cuadrado cósmico [16]: Saturno DH 3,68; Marte DH 2,74 = DH 6,42). Además, Saturno está cerca de las Pléyades.

2. El grado de la culminación superior de este momento, 29° Cáncer, es un grado muy cercano del grado de la precedente eclipse de Luna del día 20/1/1647, 0°50’ Leo, luego hay una diferencia aproximadamente de dos grados -.

3. En la eclipse del día 31/1/1646 [17], Sirio está cerca del lugar de la eclipse (11°35’ Leo) y de su ángulo precedente (7°03’ Leo). Además, Marte está en Capricornio a 25°17’, en Casa doce, en el mismo signo de la parte de la fortuna de la figura del 7 de julio de 1647.

4. Júpiter, está en los grados de la eclipse de Luna, cerca del culmine, empuja motivaciones de libertad y autonomía.

5. El Sol en signo móvil (trópico), la Luna en signo común (de doble naturaleza, bicorporeo) llevan novedades y cosas muy rápidas.

6. El Sol en sextil con Marte, la Luna en trígono con Saturno favorecen a los plebeyos humildes y rabiosos.

7. El Sol en signo fecundo (Cáncer), la Luna en signo común (Virgo) fomentan la muchedumbre.

8. Todos los planetas puestos arriba del horizonte expresan en manera desenfrenada cada cosa escondida, celada y silenciosa, con unánime consenso.

9. Saturno puesto en cuadradura a Marte y en Casa ocho, que está en trígono a la parte de la fortuna y que domina otrosí sobre su signo [18], amenaza muerte a los cobradores de impuestos; además, se produjeron encendios porque la parte de la fortuna en la sobredicha eclipse estaba en oposición de Marte.

10. Los luminares en signos femeninos (Cáncer y Virgo) y en Casas cayentes (Casas nueve y doce) demostran insuficiente capacidad del pueblo en rebelión en administrar las cosas públicas.

11. La Luna, de luz creciente, acrece cada cosa.

12. La Luna, en los términos de Marte, y en su misma declinación (Luna decl. 6,82; Marte decl. 7,03) y en trígono con Saturno indica la crueldad de los encendios y la matanza.

13. El Sol luminar del tiempo [19] libre de los astros maléficos, preserva el poder del príncipe. Esto sobretodo porque la última eclipse lunar aconteció en Casa once, luego concernía la nobleza y no los reyes; mientras la eclipse precedente del día 31/1/1646, que se manifestó en el ocaso, significaba mudanza de las leyes y de las instituciones [20].

14. Al final, el Sol en signo trópico, la Luna en signo bicorporeo, creciente de luz,  que tiene un aspecto con Marte, demuestran un acontecimiento muy violento con encendios y matanza, un proceso agudisimo, como vemos en las enfermedades, y porque los planetas superiores tienen aspectos hostiles entre sí el acontecimiento puede modificarse de agudo en crónico.

Por lo que atañe el curso de la crisis, nos referimos a la teoria de los días criticos con que observamos los procesos de las enfermedades. El día 10 de julio, cuarto día desde el inicio de la sedición, se llegó a un acuerdo y se revocaron los tributos. Pero, cuando los acuerdos tenían que ser publicados, intervenieron quinientos soldados intencionados a matar a Masaniello y a sus compañeros, pero no lograron su intento. Este acontecimiento diferí la publicación de los pactos. Ahora, en el cuarto día desde el comienzo de la sublevación hubo una primera crisis, una mudanza, que tenía que producirse en el septimo día, el 14 de julio, a la primera cuadradura de Luna creciente. Este fue el día en que Masaniello, espontáneamente, pidió de dimitirse del mando, enloqueció, fue abandonado por una parte de la población y se tramò contra su vida. Como los signos del cuarto día fueron imperfectos así fue imperfecta la crisis del septimo día, porque permanecían todavía las condiciones precedentes. Observando entonces el quinto día, el 11 de julio, en que la Luna llegó a su propio sextil, los pactos fueron establecidos otra vez y al final difundidos. Entonces, el decimo día, 16 de julio, en que la Luna llegó a su propio trígono del principio de la rebelión, por la mañana, en la cuarta hora después del salir del Sol, Masaniello fue matado, cuando la Luna estaba en la oposición del Sol de la figura inicial.

La sublevación popular creció hasta la realización del plenilunio luego acabó, si bien por la complexidad de los elementos expresados antes, se volvió crónico y mudó especie, pasó desde la plebe hasta la nobleza “así como a menudo sucede que las enfermedades se transfieren desde la hilis hasta las partes internas del cuerpo, más nobles y sólidas y por lo tanto el mal de agudo se vuelve crónico”.

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Masaniello

Ahora hablaremos sobre unas de las “causas particulares”, de este mismo acontecimiento, que podemos investigar en el tema de nacimiento de Masaniello, nacido el 19 de junio de 1620 a las horas 17,29 locales.

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El Sol está en un signo masculino, los Géminis,  en la septima Casa y realiza un exacto sextil en el mundo con Júpiter. Júpiter está oriental al Sol, en trígono al Mediocielo. Venus, otro planeta benéfico, realiza un cuadrado supereminente con Júpiter. El Sol, además, defluye de la unión de Marte y Saturno, que están bajo sus rayos, y tiene su misma declinación. La Luna está en trígono zodiacal con Saturno y Marte.

Mercurio, gracias también a su ancha latitud (-4,21), se une, entre la distancia de un grado, con Aldebarán, tiene un aspecto de sextil con Venus y de trígono en el mundo con la Luna. Mercurio está con las Hiades y se pone con Sirio con el cual se acerca en la declinación.

Mercurio es el dueño del Sol en Géminis, aquí, Mercurio hace cortejo, doriforia al Sol porque está oriental respecto al Sol, después de dos días del nacimiento se hace visible, y está angular. Puede significar la dignidad y el mando. Mercurio en Casa septima significa siempre algo que concierne el pueblo. La presencia de las Hiades y Aldebarán al indicar un movimiento violento [21]. La naturaleza de Aldebarán, la estrella de Sirio que se pone, las Hiades y las Pléyades, se refieren a las sediciones y a los tumultos, como podemos ver en toda la literatura empezando de Firmico [22].

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Su personalidad

Las crónicas describen Tommaso Aniello (dicho Masaniello) como un muchacho ignorante, impulsivo, reñidor e insolente y también sincero y jovial como son los hombres del pueblo simples. Con una natural aptitud al mando, socarrón, rápido de intelecto y de palabra, capaz de arengar al pueblo y arrastrarlo a sí. De baja estatura, con el colorido aceitunado, bigotes pequeños, mirada viva y penetrante, pelo castaño.

En nuestra investigación de personalidad distinguimos los comportamientos más manifiestos y aparentes que expresan la idea de una persona que demuestra optimismo, seguridad, coraje, a veces jactancia, con cierta astucia, la capacidad de atraer con las palabras y rápido a coger las condiciones del ánimo de los otros. Sustancialmente, tiene maneras bondadosas y es muy querido. En realidad, en su íntimo es una persona insegura, que muda de repente sus propias opiniones, que es dudoso en sus elecciones, pávido en unos momentos.

En esta descripción me refiero a un cuadro complejo dado por el Ascendente en Sagitario (signo de Júpiter); Venus que se configura al Ascendente y realiza un cuadrado con Júpiter; la oposición de Venus y Luna; la presencia de Saturno y Marte, planetas de naturaleza opuesta, bajo los rayos del Sol. Saturno y Marte, en particular, aquí indican caracteristicas de ambivalencia que quedan un poco ocultadas, en una alternancia de firmeza excesiva y duda de si mismo. Por lo que se refiere a su vida, indican también unos acontecimientos no expresados o no cumplidos.

Luego, en particular la oposición entre Venus y Luna indica siempre una negación del consenso popular. La circunstancia es más grave cuando, como en este caso, la Luna está creciente. Entonces, hay engaños, celos y, si se mezclan las dignidades de Marte y Mercurio, hay calumnias y denigraciones.

Mercurio aquí es también el señor de las calidades del ánimo y, porque está en el ocaso, en signo racional, en aspecto con la Luna, indica prontitud, viveza de ingenio, pero lo expone a momentos de depresión, inestabilidad, confusión y/o estorbos mentales, en general a las “enfermedades del ánimo”.

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Las eclipses y el tema de nacimiento de Masaniello

Vemos ahora las relaciones de los planetas de nacimiento de Masaniello que justifican la implicación en los efectos de las eclipses sobredichas.

Sobre esto Tolemeo dice que “…están mayormente interesados a los acontecimientos indicados por las eclipses los nacimientos cuyos luminares se acuerdan con el lugar de la eclipse.”

Se acuerdan porque están angulares al lugar de la eclipse. Eso se realiza cuando es el mismo lugar o el lugar opuesto o en cuadradura [23].

El mismo autor, en el capítulo octavo del segundo libro dice que: “…ahora, de norma, condividen los acontecimientos generales los hombres que tienen los lugares más necesarios, entendemos los luminares y los ángulos del tema de nacimiento, que son los mismos que los de donde provienen los acontecimientos generales.”

En la eclipse lunar del día 31 de enero de 1646 Júpiter está a 26°35’ Géminis, por lo tanto está unido al Sol y en trígono a la Luna de nacimiento de Masaniello.

En la última eclipse de Luna del día 20/1/1647, que declara los acontecimientos que se producirán el 7 de julio de 1647, observamos que Masaniello tiene Venus (11° Leo) en el lugar de la eclipse y Júpiter (11° Tauro) está en cuadrado supereminente al lugar de la eclipse (0°50’ Leo). Los benéficos que tienen aspectos con el lugar de la eclipse puede explicar el poder en el acontecimiento producido por la eclipse.

Además, Sirio está en el lugar de esta última eclipse y, en la natividad de Masaniello, está en el ángulo del occidente con Mercurio y Aldebarán. En realidad en esta sedición a Masaniello le conferieron el poder y fue derrotado por los eventos.

Al final, vemos que la sicigia plenilunica se realiza a 24°04’ Sagitario y el nodo ascendente de la Luna en el tema de nacimiento de Masaniello está en Sagitario a 25°.

Como siempre hacemos en el examen del tema individual investigamos lo que sucede en el período de los tumultos y de su muerte observando el movimiento de dirección primaria y los planetas que dominan en el año. Vemos ahora los elementos importantes y significativos también de la calidad del acontecimiento del final de la vida de Masaniello.

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Señores de los términos o divisores

La primera observación, que ya indica en modo claro un período climatérico [24] de la vida de Masaniello, peligroso por su salud física y por su vida, se refiere a los divisores, los dominatores del término [25] del grado zodiacal en que han llegado, por el cálculo de dirección primaria, el afeta, los otros principales lugares vitales y el alcocoden, por lo tanto, el grado del Sol, el grado del Ascendente, que son los lugares vitales de los nacimientos diurnos, el grado de la Luna, el grado de la parte de fortuna y el grado de Mercurio que aquí es alcocoden. Vemos en el detalle los divisores que dominan en este período:

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Saturno hace su ingreso cual divisor del Sol dirigido llegado a 26°10’ Cáncer;

Marte es el divisor del grado Ascendente dirigido llegado a 27°27’ Sagitario;

Marte hace su ingreso cual divisor de la Luna dirigida llegada a 19°17’ Piscis;

Saturno es el divisor del grado de la parte de fortuna dirigida llegada a 17°43’ Leo;

Marte hace su ingreso cual divisor de Mercurio dirigido llegado a 0°52’ Cáncer  (exalma [26]).

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En este año los planetas maléficos tienen un dominio exclusivo sobre los lugares vitales e indican peligros por los bienes esenciales de la existencia y por la misma vida. Esta indicación se enfortelece por la circunstancia que sobre el Sol (afeta), sobre la Luna (cuerpo físico) y sobre Mercurio (señor del afeta), hacen ingreso los dominios de los maléficos, por este motivo precisan causas nuevas que hacen este año peligroso en modo particular.

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Afeta y anaréta

Aquí afeta es el Sol, luminar del tiempo, porque está en lugar afético [27]. Por el argumento de la vida vemos que el Sol tiene ambos los planetas maléficos bajo sus rayos – en condición peregrina (de fuerza mediocre) -, se aleja de la declinación de Saturno y tiene la misma declinación de Marte. En efecto el Sol padece un sitio de los maléficos y esta condición indica una corta vida. Además, Marte y Saturno no tienen luz, por eso, el mismo Sol adquiere una virtud anarética [28] (al mismo tiempo el Sol es afeta y anaréta). También Mercurio, porque bajo los rayos – si bien después dos días se vuelve visible -, porque unido a estrellas de naturaleza violenta, adquiere una calidad anarética y puede confirmar la brevedad de la vida y los elementos de violencia en el acontecimiento.

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Direcciones primarias

¿En este período hay direcciones anaréticas que pueden indicar peligro por la vida? Sí, como vemos en la figura de la dirección primaria calculada por el día 16 de julio de 1647, arco dir. 27,86:

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El Sol dirigido llega al ocaso (distancia horaria 5,94) y realiza una figura anarética [29] respecto al lugar vital por excelencia, el Ascendente;

El Ascendente dirigido llega a 27°27’ Sagitario (decl. –23,46), llega entonces a la declinación opuesta del Sol de nacimiento (decl. 23,48) y realiza otra figura anarética;

Mercurio dirigido (decl. 23,49) llega a la declinación del Sol de nacimiento (decl. 23,48);

Mercurio dirigido (DH 4,03) realiza un trígono en el mundo con el Mediocielo;

Saturno dirigido (DH 5,82) llega a la equidistancia de Mercurio de nacimiento (DH 5,80);

El Sol dirigido (DH 5,94) está todavia en trígono mundano con la Luna de nacimiento (DH 1,84);

Júpiter dirigido (DH 1,61) llega al cuadrado en el mundo del Sol de nacimiento (DH 4,44);

Mercurio dirigido (DH 4,03) llega al cuadrado en el mundo de Venus de nacimiento (DH 2,02).

Las figuras que se realizan en el año, confirman la gravedad del momento y un peligro por la vida porque, el afeta, la Luna, el Ascendente, la parte de fortuna y el alcocoden tienen dominios de los maléficos, además hay una clara figura anarética entre el afeta y el Ascendente.

Al mismo tiempo, el trígono entre Sol y Luna, las figuras de Júpiter respecto al Sol, de Mercurio respecto al Mediocielo y a Venus, indican un momento de posible promoción, elevación, pero, como hemos visto, sea las causas particulares  – los elementos de violencia del tema de nacimiento y algo que concierne el pueblo y que se dirige contra él – que las causas generales – los significados fatales indicados por los aspectos de los planetas superiores en los momentos de las eclipses y del inicio de la sedición -, “obligan” en una única dirección, de naturaleza letal y violenta, el posible resultado.

Revolución del año

En la revolución anual, la figura del día 20 de junio de 1647 a las horas 5,30 T.U., sube un grado de la Casa octava de nacimiento (23° Cáncer); el Sol de la revolución (DH 4,48) está en ancha cuadradura en el mundo con Marte (DH 2,13). Venus de la revolución se levanta y propone de nuevo el aspecto de oposición a la Luna, entre las Casas primera y septima.

Mercurio está cuadrado a Marte. Saturno y Mercurio están en levada helíaca. Mercurio (pasaje 68,74), señor del afeta, otra vez está unido a Aldebarán (pasaje 69,04), por lo tanto, el poder y la dignidad llegan en manera improvisa y pueden generar excesos y fuertes riesgos.

La parte de fortuna de la revolución (18° Acuario)  y el ángulo de la Casa ocho de la revolución (13° Acuario) están muy cerca del grado de la Luna de nacimiento (19° Acuario).

Saturno es el señor de la primera parte del Año, está en cuadrado a la Perfección del Año y toma un dominio sobre el espacio de la Luna porque se encuentra en los grados de la Perfección de la Luna; Marte, además, toma un dominio en el año porqué se opone a los grados de la Perfección del Año. Consecuentemente, los buenos significados de Venus y Júpiter que se levantan, podían constituir una promoción, una elevación pero no pueden contrastar lo indicado por los maléficos sea en las causas originarias de los aspectos de la dirección primaria sea en la revolución [30].

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Conclusiones

Las condiciones generales precedentes, nos referimos al particular fenómeno descrito y a la calidad de los aspectos de los momentos de las eclipses, indican acontecimientos dañosos de gran intensidad y violencia. En el tema individual de Masaniello hemos descrito evidentes posibilidades de ser arrastrado por la muchedumbre en eventos de carácter violento. Si esto se realiza en una fase de su vida donde los planetas precisan aspectos peligrosos para los bienes esenciales de la existencia, porque los dominios de los divisores, las figuras de la dirección primaria, los dominios y los ingresos en los espacios de las perfecciones, los dominios y los ingresos en la revolución solar, confirman dificultades de subsistencia, peligros, acontecimientos de naturaleza violenta, todo esto no deja dudas para el pronóstico de la conclusión de su vida.

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Notas

[1] Es el párrafo del texto de Placido Titi “Los días críticos e indicativos en la violenta sublevación del pueblo napolitano en el año 1647”  contenido en su obra “De diebus Decretoriis”.

[2] Se trata de un paraselene, comunmente reseñado al tiempo entre los fenómenos meteóricos que aparecen en la región del aire. Es semejante al parhelio, pero más debil y mucho más raro y se realiza sólo en proximidad del plenilunio. Como el parhelio, parece indicar lluvias futuras, porque se ve cuando el aire está uniformemente denso y espeso, Aristotele, cfr. meteor. 377/b15ss.

[3] A las horas 19 y 13 minutos T.U. eclipse umbría de la magnitud de casi 9 digiti, de una duración de casi 3 horas. La medida de los “digiti” se utiliza hasta el 1600 y permite establecer la amplitud de la eclipse.

[4] A las horas 10 y 30 minutos T.U., una eclipse anular.

[5] La hora se toma a empezar del ocaso del Sol, por lo tanto llegamos a las horas 6, 05 de T.U. – Fue una eclipse total de la duración de cuatro horas y quince minutos. La Luna, al máximo de la eclipse, estaba en el cuadrante occidental, en el lugar septimo. Según la doctrina de Tolemeo (quadr. 2,7) indica que los efectos empezarán aproximadamente doce meses después de la eclipse.

[6] A las horas 21 y 22 minutos T.U., eclipse umbría parcial de más de 4 digiti y de la duración de 2 horas y 10 minutos.

[7] Las eclipses, como hecho no excepcional, también a corta distancia de tiempo, pueden reproducirse en el mismo signo.

[8] Las mismas cometas provienen de estos aspectos por lo cual encontramos en la literatura la afirmación del astrólogo que dice, por ejemplo, “esta cometa fue producida por Marte”.

Las estrellas nuevas que desde el invisible, es decir de una magnitud no visible a los ojos, estallan y se vuelven visibles y permanecen visibles por unas semanas o hasta unos meses;

Los bólidos que se “encienden” en el cielo, como el bólido de que habla Alì Ibn Ridwan: “…el bólido apareció en un plenilunio, tenía el claror de dos lunas llenas, al cual siguió una epidemia…”-

Todos éstos que son, tradicionalmente, signos de presagios divinos, están conectados a los reciprocos aspectos de los planetas superiores. Keplero diría que es una cuestión de “geometría celeste” porque, según un acuerdo recíproco, el aparecer de una nueva fuente luminosa está indicado por las mismas luces que se ponen en relación entre sí.

Nos referimos a uno de los fundamentos más importantes de las apariciones meteóricas de la tradición, no siempre expresados en los escritos con suficiente claridad.

[9] Para esta y las otras partes indicadas en el artículo nos referimos a la manera de cálculo sucesivo a lo  adoptado por Placido Titi y Adriano Negusanzio. Unos años después de la muerte de Placido, en la reimpresión de la obra Coelestis Philosophia de 1675, Francesco Brunacci y Francesco Maria Onorati proponen un método de cálculo que mantiene la misma estructura del cálculo de Placido pero se realiza enteramente sobre el ecuador obrando con la ascensión oblicua del ascendente y las ascensiones mixtas (am) de los luminares, o bien con las ascensiones oblicuas del círculo horario (aoch) en el emisferio ascendente y con las discensiones oblicuas del círculo horario (doch) en el emisferio discendente, así para obtener la ascensión mixta de la parte. Sobre las argumentaciones teóricas y el cálculo, señalamos, por su extremo interés y el carácter de absoluta novedad, el artículo recién publicado en el sitio www.cieloeterra.it de la asociación Cielo e Terra “La sorte oraria, il vero oroscopo lunare”, de Marco Fumagalli, que acrece con nuevas importantes reflexiones lo indicado ya en otro artículo suyo “il calcolo delle sorti secondo Placido Titi” (publicado en Lenguaje Astral n. 103 de junio 1996).

[10] Se trata de una reciproca separación donde el astro que precede está retrogrado y el siguiente está de movimiento directo.

[11] Aproximadamente el 10 de diciembre Marte hacía su primera estación a 13° Leo, mientras Saturno permanecía a 11° Tauro.

[12] A la latitud de Roma 2 grados de Leo salían en el mismo tiempo con que salía Marte; 4 grados de Leo salían en el mismo tiempo con que salía Júpiter; 7 grados de Leo salían en el mismo tiempo con que salía Sirio.

[13] Alrededor del primero de marzo, Marte está en su segunda estación a 24° del Cáncer y vuelve directo. Júpiter vuelve directo cerca del 22 de marzo a 28° del Cáncer y su conjunción se realiza cerca del 2 de abril a 28° del Cáncer. Alrededor del 22 de mayo, la declinación de Marte y de Saturno es igual en signo y en número (aprox. 16°45’ Norte): luego están en las partes que Tolemeo llama que se ven entre sí y equipotentes (quadr. I, 15). Al mismo modo, alrededor del 8 de julio también Saturno y Júpiter son equipotentes (su declinación es aprox. 17°53’ Norte): entonces la longitud de Saturno es 58°, la de Júpiter 132° y su distancia longitudinal 74°, proxima a los 72° que constituyen un quinto del círculo, “quintilis”, que es uno de los nuevos aspectos o relaciones musicales que Keplero excogitó y que Placido aceptó sobre fundamentos armónicos, cfr. Caelestis Philosophia 2, 2.

[14] Según lo que transmiten Tolemeo y los autores antiguos y los árabes, las eclipses de los luminares que se repiten en el mismo signo, las varias y reiteratas fíguras entre los planetas superiores, son la causa de extraordinarios efectos en el mundo. Los aspectos hostiles entre los planetas superiores suscitan guerras y turbolencias, al contrario los aspectos benéficos llevan la paz y el tiempo tranquilo, sobretodo si lo permiten los temas de nacimiento de los príncipes.

[15] Las posiciones de los planetas corresponden en realidad al día precedente. La figura redactada por 41° de latitud que estaba generalmente reconocida por Nápoles al tiempo de Titi (cfr. Ephemeridum caelestium motuum. Ab inizio Anni 1661 usque ad totam 1665 iuxta Hypoteses Philippi Lausbergi…D. Placidi de Titis Perugini Olivetani in Almo Ticinesi Gymnasio Matheseos interpretis, Ticini Regii 1661m p. 140). Las horas 17 y 30 m. después del ocaso del Sol corresponden aproximadamente a las horas 12 y 55 m. del día siguiente, hora local 13 y 52 m. T.U.

En esta época habitualmente se calculaba la hora del día al empezar del ocaso del Sol, o del levantarse del Sol. Ambos estos momentos se  llamaban “tránsitos” en su significado originario de “pasajes respecto a los ángulos”.

[16] Una hora equinocial es de quince grados de ecuador, una figura cuadrada entre dos astros en el movimiento de las horas se realiza cuando su distancia es de 90/15 = 6 horas.

[17] De la figura de esta eclipse Placido Titi no da informaciones. Aquí entiende el ángulo que precede en el movimiento diurno, el lugar del luminar eclipsado, según Tolemeo, quadr. 2,7. El grado de este ángulo tendría que encontrarse más bien en los primeros grados del Leo que en los últimos del Cáncer.

[18] Esta afirmación sólo se justifica si el signo de la Casa ocho es Géminis que es “mandante” sobre el signo del Capricornio, cfr. Tolemeo, quadr. I, 14.

[19] El Sol es el luminar del tiempo porque en una figura diurna está sobre el horizonte.

[20] Cfr. quadr. 2, 7: “Los signos que  en el momento de la eclipse están cerca del oriente significan lo que sucede a los frutos y a la juventud y a los fundamentos; los que están cerca de la culminación a los rituales sagrados, a los reyes, a la edad media; los que están cerca del ocaso lo que concierne el cambio de las leyes, a la vejez, a los muertos”.

[21] El 16 de julio fue matado por un fusil y después unos rebeldes lo descabezaron. El día sucesivo sus partidarios cogeron sus restos y los llevaron en triunfo por la ciudad.

[22] Firmico hace una analogía, si bien en otro contexto histórico y de personas, y pone en común las vicisitudes de Masaniello a las de los Gracos. Como los Gracos, Masanello fue una especie de tribuno improvisado de la plebe y como los Gracos tuvo una conclusión trágica.

[23] Esto significa que si la eclipse expresa  la explosión de una bomba, y se realiza en el Leo, entonces quien tiene los luminares en Leo puede morir por la explosión de la bomba.

Pero, si una eclipse indica un cambio de ley, la persona que tiene los planetas benéficos en el lugar de la eclipse, tendrá un beneficio por el cambio de las leyes consiguientes a esta eclipse, en igual manera, otra persona que tiene los planetas maléficos en el lugar de la eclipse tendrà un posible daño.

[24] Las mutaciones y los cambios futuros, en la concepción de los antiguos, se observaban según la teoría de los períodos críticos (años, meses, días, etc.). El concepto de los años criticos, o climatéricos, se funda sobre “períodos naturales del tiempo”: día, mes, año; es decir, los períodos que se refieren a las rotaciones del Sol y de la Luna, porque lo que permite investigar el estado de la vida son los significadores que tienen una conexión con la misma vida, los luminares.

Esta teoría, contenida en mucha literatura, constituía la base de todas las interpretaciones por la idea que en el curso de la vida hay períodos climatéricos que son peligrosos y que indican los momentos de cambio o crisis, y que se representan cada 7 años. La misma palabra “climaterio” tiene su origen en la palabra griega “climax, climacos”, o sea la “escalera” y se refiere a los peldaños de la vida.

[25] En toda la exposición utilizamos la suceción de los términos según los egipcios.

[26] Constituye un “exalma” porqué hay un cambio de signo donde permanece el término de los maléficos – Saturno domina los últimos grados de Géminis y Marte los primeros grados de Cáncer – para reforzar los significados de período climatérico.

[27] Por lo que se refiere al argumento de la vida, los luminares pueden significar la vida cuando están sobre el horizonte y en lugares que están configurados en el Ascendente.

[28] Según la teoría afética el afeta y el anaréta no pueden elegirse si están sin luz. En esta circunstancia los aspectos de la dirección en el movimiento diurno de los maléficos bajo los rayos permanecen anaréticas, los aspectos zodiacales pierden su calidad anarética y tienen que tomarse los aspectos, que adquieren una virtud anarética, del mismo Sol.

[29] Siempre el Sol, afeta, dirigido cuando llega al ocaso indica un momento peligroso por la vida.

[30] Además, la Luna está unida a Algedi (naturaleza Marte/Venus); Venus está unida a Proción (naturaleza Marte/Mercurio); Marte está unido a Zosma, la cola del Leo (naturaleza Saturno/Venus).