Las calidades primeras, los elementos y los humores, de Mario Costantino

Michelangelo – génesis del Sol y de la Luna

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Las calidades primeras, los elementos y los humores

La disertación concierne a los principios que se refieren a las “calidades primeras” y a “la teoría de los elementos”. En el mundo antiguo todas las cosas se descomponían en sus elementos constitutivos (fuego, aire, tierra, agua) y luego se observaban las evoluciones dinámicas de los cambios en las calidades primeras. Estos principios se aplicaban en la medicina y también en las técnicas de predicción astrológica de las cuales fueron un fundamento. Un cuidadoso y detallado trabajo en la aplicación y aprovechamiento de los principios de la teoría de los elementos y la doctrina de los humores permitía al hombre de la antigüedad poder prever, de las configuraciones del cielo, una serie de informaciones ulteriores: del tiempo meteorológico a las calamidades naturales, del estado de salud del individuoa las tendencias epidemiológicas en general, de los cambios políticos ocurridos al curso del mercado, de los acontecimientos significativos en la vida de la personaa los principales acontecimientos de los pueblos.

En la concepción de los antiguos, en el diseño de toda la esfera de la percepción sensible permitida por nuestros sentidos físicos, todo podía ser interpretado gracias a la observación de las “luces en el cielo”. La astronomía arcaica conseguía coger una dimensión propiamente matemática de los varios fenómenos que siempre tenía una estrecha relación con la vida de los seres vivos.

Los cuerpos luminosos que se observan en el cielo son por un lado las estrellas errantes, los planetas, el sol y la luna, y por otro lado las estrellas fijas,las constelaciones (o imágenes estrelladas) que son grupos de estrellas con una naturaleza particular codificada y transmitida a lo largo de los milenios. Según esta concepción, lo que concierne a los seres vivos está relacionado con fenómenos que son expresados, observables y mensurables, en el cielo (la bóveda celeste ideal, el cielo que abraza y contiene todos los seres inteligibles).

Principios generadores son el sol, que produce la fuente de calor de todas las cosas, y la luna, que genera la humedad primigenia presente en el mundo sublunar. Las fases que se generan en el movimiento de sol y luna, con la participación de todas las calidades expresadas por todos los planetas, las estrellas y por todas las nuevas luces que aparecen en el cielo (cometas, nubes meteóricas, bólidos, novas), generan todas las variaciones de calor, húmedo, frío y seco, que producen la mutación del estado del tiempo, la sucesión de las estaciones durante el año, las diversas constituciones de los seres humanos y de los demás seres vivos del mundo animal, vegetal y mineral. En general, las variaciones de estas calidades primeras en el mundo sublunar (en tierra) producen la generación y los cambios de lo que existe en la naturaleza.

La luz de los cuerpos celestes, las variaciones de esta luz y las maneras distintas en que los cuerpos celestes se configuran, representa la relación entre el mundo celeste y la tierra, entre el nivel de la forma y el de la materia.

Todo lo que pertenece al mundo corpóreo, según la física aristotélica, está compuesto por diferentes combinaciones de las cuatro calidades primeras, calor, frío, humedad y sequedad. Entre estas calidades, la pareja caliente-frío necesita poca materia y tiene una característica llamada activa, es decir influye en los cuerpos que tienen materia. La segunda pareja, húmedo-seco, se compone de una gran cantidad de materia y tiene una característica llamada pasiva, es decir sufre el efecto del calor y del frío. La acción del calor une sólo cosas de la misma naturaleza, mientras que el frío une las cosas de la misma naturaleza y de naturaleza contrapuesta.

Húmedo es lo que no está limitado exteriormente por sus propios límites y que puede ser fácilmente limitado, en cambio seco es lo que tiene sus propios límites definidos y que difícilmente puede limitarse. Cada calidad primera está presente en el mundo material en forma de combinación con otra calidad primera. Los elementos, es decir las posibles combinaciones de las calidades primeras, son sólo cuatro ya que las parejas contrarias cálido-frío y seco-húmedo no pueden coexistir:

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La acción de la luz en la materia primordial, en sus gradaciones que son fundamentales, genera los elementos. Por eso, la cantidad de luz es máxima en el fuego, es un poco más reducida en el aire, disminuye aún más en el agua hasta casi desaparecer en la tierra. Los elementos, por su propia naturaleza material, faltan de calor y luz que sólo vienen de las esferas celestes: el sol, fuente primera de luz, ilumina y calienta en primer lugar la luna y luego todos los demás planetas que en sus movimientos y sus aspectos originan en la sustancia sublunar las mezclas de las calidades primeras y las transformaciones de los elementos, a través de su acción calorífica. Todo el mundo material es el resultado de la presencia de la luz solar en la materia. La acción de la luz pasa a través de la materia más simple de los cuatro elementos y llega a la materia más compleja de los organismos de minerales, plantas y animales, en una variedad infinita de combinaciones. [1]

Todo lo que existe en el mundo de la generación y la corrupción viene de los cuatro elementos, cuando estos se mezclan entre ellos en cantidades y proporciones desiguales. La proporción de mezcla de los cuerpos orgánicos es el temperamento o crasis. El cuerpo está equilibrado, cuando los elementos están presentes en igual proporción.

Por ejemplo, los árabes creían que de todas las piedras, de todos los minerales, de todos los “sencillos”, la perla es equilibrada, ya que está situada en el medio entre calor, frío, húmedo y seco. En la tradición sabemos que a la perla se le atribuían propiedades mágicas y con ella se preparaban pociones en relación con este equilibrio.

Del predominio de una calidad sobre otras proceden nueve temperamentos, entre los cuales sólo uno es equilibrado: de estos, cuatro son simples y cuatro son compuestos. Por último, unos factores externos afectan al temperamento de la persona, que son la tierra donde el hombre nace, el sexo, la edad y los hábitos. La tierra, el sexo y la edad son naturalmente definibles, pero los hábitos no. Se considera el sexo masculino generalmente el que más bien tiende al cálido y seco;las mujeres tienden más bien al frío y húmedo.

Con respecto a la edad, hay una analogía con las estaciones del año. Cuando el niño nace tiene un carácter en el que hay mucho calor y humedad, a medida que se acerca a la edad adulta la humedad disminuye y el temperamento tiende al cálido y seco. En éste se encuentra la correspondencia con las calidades inherentes a la primavera y el verano. A medida que el ser humano se acerca a la vejez tiende al temperamento frío y seco. También en este caso encontramos la correspondencia con las calidades inherentes al otoño e invierno.

El conocimiento del estado del cuerpo útil para una previsión se definía en términos de la filosofía natural según una visión que encontramos en todos lospueblos indoeuropeos, que adquieren estos conocimientos a través de la cultura griega, que no era desconocida a los persas y a los indios y que encontramos, en distintas variaciones, en otras culturas. Esta concepción llega a ser nuestro patrimonio cultural, y sigue siendo hasta el siglo XIX con la formación del “corpus doctrinario” de la medicina hipocrática. En este contexto, los temperamentos difieren según los cuatro humores principales. Los temperamentos nacen por el prevalecer de un humor en el equilibrio del cuerpo humano y se llaman temperamento sanguíneo, en el que prevalece cálido y húmedo, colérico, en el que prevalece cálido y seco, melancólico, en el que prevalece frío y seco, flemático, en el que prevalece frío y húmedo:

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flema = frío y húmedo  (agua)

sangre = cálido y húmedo  (aire)

bilis amarilla = cálido y seco   (fuego)

bilis negra = frío y seco   (tierra)

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La salud del cuerpo depende de su justo equilibrio, mientras que un exceso o una falta de uno de los cuatro humores genera la enfermedad. Estos desequilibrios dependen directamente del entorno en el que el hombre vive, y que muda continuamente su calidad de acuerdo con el ciclo de la iluminación solar a lo largo del año:

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invierno = frío y húmedo (agua)   flema

primavera = cálido y húmedo (aire)  sangre

verano = cálido y seco (fuego)  bilis amarilla

otoño = frío y seco (tierra)  bilis negra

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Los cuatro elementos están en relación directa con las estaciones y los humores corporales, al igual que con todo lo que vive en el mundo sublunar.

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Causas primordiales de la mezcla de las calidades

Novilunios y plenilunios, el circuito del sol y de la luna en el zodíaco y en el movimiento horario mueven la región de los elementos levantando las nuevas generaciones de los cuerpos sencillos, de los mixtos, de los minerales y vegetales, de los animales sensibles. Las especies de estas generaciones están determinadas por otras estrellas. Las otras estrellas son todos los cuerpos celestes luminosos, además de sol y luna, pues no sólo los planetas, sino también las estrellas fijas, las cometas, cada nuevo fenómeno luminoso.

Todos reaccionan en conformidad con la calidad específica de su color de luz, que es reducible a la gama cromática de los planetas visibles. Los elementos son la parte sencilla de un cuerpo compuesto, sencilla porque su sustancia es homogénea y las partes son semejantes. Éste es el caso del fuego, del aire, del agua y de la tierra. En este sentido, incluso las piedras y los minerales parecen sencillos. Los elementos se pueden dividir en tres especies:

• próximos, las partículas elementales
• medianos, los cuatro humores
• remotos, los primeros elementos

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Los primeros elementos se definen como cálido, frío, húmedo y seco, pero estos atributos no indican la calidad misma, sino las sustancias en las que estas calidades se expresan en la medida más alta.

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Manuscrito – hombre anatómica

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Humores

Los humores son elementos medianos o secundarios. Todos los cuerpos animados y sanguíneos han sido creado por los cuatro humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Se definen medianos porque se originan de los elementos primeros (los árabes les llaman “los hijos de los elementos”) e informan a los órganos y tejidos del cuerpo. Cada humor está conectado con un elemento y un órgano:

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La tabla forma parte de la tradición hipocrática tardíaen la que a los elementos corresponde su humor, su característica, su sede y su salida (es decir, la ubicación de la purga del humor). Por ejemplo, el aire está conectado a la sangre por su característica cálido-húmeda; la sangre tiene su sede en el corazón y su salida en la nariz. Las edades son las que encontramos en la tradición e indican que a los 14 años empieza a ser más fuertes la calidad cálido-húmeda del cuerpo, a los 28 años la calidad cálido-seca, a los 42 años frío-seca, etcétera. Hígado, bazo, corazón y cerebro tienen un valor privilegiado, ya que se consideraban los lugares principales de los cuatro humores.

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Génesis de los humores

Es muy interesante el razonamiento detrás de la génesis de los humores. Cuando llega al hígado, la parte más fina y líquida de los alimentos, el quilo, el calor natural la transforma, por fermentación, en los cuatro humores. En este proceso de calentamiento la parte fría y la húmeda se convierten en la naturaleza dela flema (que es como sangre que todavía no ha madurado porque el elemento de calor es escaso), la parte caliente y húmeda se convierte en sangre (considerada como la parte templada por excelencia) y al aumentar gradual del calor se produciránla bilis amarilla y la bilis negra. Se trata de un proceso irreversible ya que la flema se convierte en sangrepor maduración que se lleva a cabo por “decocción” (del término decoctio = maduración), luego el sangre se convierte en la bilis de color amarillo cuando el calor se incrementa hasta el punto de secar el humor y hacerlo sutil. Por último, el aumento del calor convierte la bilis amarilla en bilis negra por la inflamación.

Podemos poner una analogía con los diversos componentes del mosto de vino, en los que distinguimos la espuma que aflora, una sustancia terrosa que llega hasta el fondo y una parte acuosa. A partir de la fermentación de las diversas partes, cuando la parte más acuosa evapora, se produce el vino. Llamaremos flema del vino el mosto no fermentado, su melancolía o bilis negra es la sustancia terrosa e indigesta, mientras que su sangre es el humor acuoso y depurado que siempre permanece en el vino. Pero el vino mismo es el humor más caliente y se comporta como la bilis amarilla. [2]

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Humores naturales e innaturales

Sangre

Se produce en el hígado desde el jugo de la digestión y tiene un sabor dulce. Si en el hígado hay un alto grado de calor y sequedad la sangre se espesa y se hace turbia. Si predomina la humedad y el frío, la sangre es tenue y acuosa. Además, si en el hígado hay excesivo frío el color de la sangre tiende a blanco, pero cuando la bilis amarilla se mezcla con la sangre adquiere el color rojo puro.

Flema

Se produce en el hígado. Es un humor que no está maduro (semicoctus humor) y facilita un calor insuficiente porque generado por una naturaleza húmeda y fría. Por su propia naturaleza es un humor frío, húmedo y soso y cuando contribuye un intenso calor natural se convierte en sangre.

En su estado natural es fría y húmeda, tiene color blanco, sustancia fluida, y sabor casi insípido. Está necesariamente presente en la sangre, cuyo fervor templa su frío. Por su humedad es muy útil para conectar las partes del cuerpo y templar el humor de la sangre antes que llegue y nutra los tejidos del temperamento linfático.

Estados innaturales

Son de cuatro especies según la mezcla con los otros humores. La flema mezclada con la bilis negra, phlegma acetosum, se convierte en ácido biliar y de naturaleza frío-seca; mezclada con la bilis amarilla se convierte en phlegma salsum, y es caliente-seca; cuando es un componente de la naturaleza de la sangre, dado su humor templado, se convierte en phlegma dulce. Entre los estados innaturales está el phlegma vitreum que es un humor denso, muy frío, húmedo y grueso y no puede convertirse en sangre. Por sus características son especialmente patógenos las salsum y vitreum.

Bilis amarilla

En su forma natural es la espuma de la sangre. Una vez formado en la sangre o circula en la sangre o pasa en la vesícula biliar. La parte que circula permite a la sangre alimentar a determinados tejidos y órganos, sutiliza la sangre para que pueda circular en los canales más menudos del cuerpo. La parte que está en la vesícula biliar se utiliza para eliminar los residuos de alimentos y estimula la musculatura intestinal. Por lo tanto, calienta el estómago y el intestino ya que sus funciones principales son: a) purificar el intestino de la flema; b) ayudar al estómago a digerir los alimentos.

Estados innaturales

Son de cuatro especies: el cholera citrina, que surge de la mezcla con la flema y más que otros es caliente y nocivo; cholera vitelino, se llama de esta manera porque tiene el color de la yema del huevo y nace de la mezcla con la flema más espesa. Ambas especies se generan desde el hígado, el cholera porrina seu prasina se genera en el estómago, tiene el color del puerro y se produce por la combustión del cholera vitelino, el cholera aeruginosa se genera en el estómago, es absolutamente carente de humedad y es extremadamente tóxico. Tiene el color del cardenillo y se produce por la combustión del cholera porrina.

Bilis negra

En su estado natural representa el sedimento dela sangre. Se llama humor negro (melainachole). Se produce en el hígado y se divide en dos partes: una entra en la sangre y otra en el bazo. La primera contribuye a la alimentación de las partes más duras del cuerpo, como huesos y cartílagos, y da densidad y consistencia a la sangre; la segunda, pasando en el bazo, ya no es necesaria para la sangre. Depura el cuerpo, su sabor amargo irrita la boca del estómago y estimula la sensación de hambre.

Estado innatural

Se define bilis negra en sentido estricto, ya que tiene sabor ácido y es caliente y mordaz. Otro estado nace de la combustión de la bilis amarilla, y es muy ácida y nutre las enfermedades más malignas como el cáncer, la elefantiasis, los tumores.

La medicina en esa época, basándose en las informaciones derivadas del temperamento abordaba el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades de una manera que hoy deberíamos definir al mismo tiempo homeopático y alopático. Cuando se comprendía el déficit o el exceso de un determinado humor, el tratamiento disponía, según el caso, una terapia de apoyo del farmaco alopático y/o de ayuda del remedio homeopático. No obstante los beneficios del progreso tecnológico actual,  es válida y muy útil esta visión unitaria de los distintos sistemas y aparatos del cuerpo humano.

Además había una distinción de los fenómenos patológicos en “afecciones calientes”, que incluían las inflamaciones causadas por el calor excesivo en el cuerpo o en un órgano preciso (que determinan el acrecimiento y la tumefacción o la hinchazón de la parte), y en “afecciones frías“ que incluían todos los fenómenos de obstrucción, causados por el exceso de humor frío en el cuerpo o en el órgano: esto facilitaba el médico en el diagnóstico y en la selección del tratamiento más apropiado. La terapia se daba considerando la particular constitución del temperamento y el “humor natural” que estaba en relación con cada órgano. Luego, partiendo del temperamento principal se tenían en cuenta de la predisposición a determinadas patologías. Por ejemplo, una mayor propensión hacia los procesos de obstrucción o pérdida de elasticidad, o la formación de residuos sólidos (formación de cálculos), o la mayor inflamación e hinchazón (tumefacción, hematomas, edemas).

Relación entre lo humores

Los cuatro humores representan los diferentes grados del proceso de decocción: asimilación – maduración. Se trata de un proceso irreversible, porque la comida digerida no puede volver al estado natural originario.

La flema se convierte en sangre, mediante la acción del calor natural, pero la sangre no puede convertirse en flema.

La sangre se convierte en bilis amarilla, cuando un fuerte calor la hace fina, pero la bilis amarilla no puede convertirse en sangre ni en flema.

La bilis amarilla se convierte en bilis negra cuando un fuerte calor, la quema y la seca, pero la bilis negra no puede convertirse en bilis amarilla, ni en sangre, ni en flema.

Cuando un determinado humor predomina sobre la totalidad del cuerpo o sobre un órgano del cuerpo, por cantidad o calidad, tiene el poder deprovocar una enfermedad que le corresponde. Del mismo modo, la falta o la escasez de un determinado humor lleva a una enfermedad específica. Por último, si hay un exceso de un determinado humor que llena a los órganos, sofoca el calor innato y lleva a la muerte. [3]

La relación que acabamos de ver es un primer ciclo que empieza con la flema y llega a la bilis negra y un segundo ciclo que empieza con la sangre y llega a la flema. Son dos ciclos que tienen un diferente momento de su inicio. De la misma manera, si consideramos que el año tiene su inicio con el equinoccio de primavera es como si decimos que empieza por la sangre, o si decimos que el año tiene su inicio con el solsticio de invierno, entonces es como decir que empezamos por la flema. El solsticio de invierno marca el momento del año en que vuelve a empezar la dilatación de la luz, que representa la humedad primigenia que sale dela flema. Desde el equinoccio de primavera la flema madura, se calienta y se convierte en sangre. La virtud creativa del equinoccio de primavera está relacionada con la virtud creativa de la sangre que se considera el humor templado por excelencia del cuerpo humano. Pero la sangre no existiría si no se hubiera producida la flema y, por lo tanto, marcamos el origen verdadero del año a partir del solsticio de invierno.

Entre estos dos principios está la misma relación que existe entre la concepción y el nacimiento, es como la relación que existe entre sembrar una planta y verla crecer. El invierno, con Saturno, es la estación de la semilla. En invierno los vientres están cálidos porque guardan la semilla. Con el vientre cálido el hombre tiene una mayor necesidad de comer y las sustancias ingeridas se queman con más facilidad. En verano, el vientre se hace más frío y quema con mayor dificultad las sustancias ingeridas. [4]

En la práctica de la agricultura había la noción común de referirse a la observación de determinadas estrellas como Sirius, Aldebarán, Antares. Se trata de estrellas muy brillantes que están particularmente cercanas a la declinación del ecuador celeste, por lo tanto se suponía que algunos momentos de gran calor o mucho frío, pues de gran variación de temperatura, estaban causados por estas estrellas cuando el sol llegaba a su declinación. En particular, el momento de su salida o puesta eliaca anunciaba un cambio del estado del tiempo. Por ejemplo, la estrella de Sirius tenía una naturaleza de Marte/Júpiter y trae un gran calor y sequedad. Así, la puesta eliaca de Aldebaran, del grupo de las Pléyades, una estrella de naturaleza Venus/Marte, que se consideraba especialmente húmeda, marcaba el comienzo del invierno y la estación de las lluvias (este fenómeno, a las latitudes medias, se produce cada año a mediados de noviembre). Mientras que, en la investigación de las enfermedades, entre las distintas constelaciones, se distinguían estrellas brillantes y estrellas oscuras en función de su fácil o difícil resolución visual. Hay varias listas en la literatura de las estrellas visibles con dificultad y que estaban asociadas, de acuerdo con su particular naturaleza patógena, con las enfermedades de algunos órganos del cuerpo (afecciones visuales, afecciones del corazón, afecciones del hígado, etc.) y se examinaban junto con los aspectos perjudiciales de los planetas y las estrellas en el momento del nacimiento.

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Conclusiones

Como puede verse, esta manera de observar los fenómenos naturales, además de ayudarnos a entender mejor el origen de muchas de las técnicas astrológicas y el antiguo lenguaje de la astrología, se refiere a un valioso trabajo para identificar los principios universales que afectan al mundo biológico, y físico y siguen siendo válidos hoy en día a pesar de los progresos conseguidos en el ámbito médico y científico. Por esta razón, es importante recuperar estos conocimientos que proceden de una perspectiva teórica pero, con la experiencia necesaria, se pueden observar y verificar en la práctica en materia de previsión y en ámbitos aparentemente distantes entre ellos. Como se ha mencionado en varios puntos, entre los temas de investigación de carácter general o que conciernen la colectividad humana, estos principios de las calidades primeras y de los elementos se pueden aplicar aún más en diversos contextos para enriquecer el panorama de conocimientos de valiosos elementos: estos ámbitos incluyen la previsión de las condiciones meteorológicas, las tendencias epidemiológicas, la predicción de los cataclismos, las revueltas políticas en las sociedades humanas. En el examen del tema natal de una persona a partir de las características del cuerpo físico, la aplicación de la doctrina de los humores facilita un resumen de las condiciones del estado de salud y permite supervisar el progreso de cualquier enfermedad; permite expresar una opinión sobre las calidades psíquicas y espirituales, y, en general, sobre los principales acontecimientos de la vida del hombre.

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Bibliografia

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Notas

[1] “Aristóteles en su obra “de caelo” enseña que hay dos principales especies de movimiento, el movimiento propio del cielo que es circular, el movimiento propio de los cuerpos sublunares que es en línea recta. De éstos, los ligéros se dirigen hacia la parte superior, los pesados se dirigen hacia abajo. El cuerpo absolutamente ligero es el fuego, el absolutamente pesado es la tierra. El cosmos no puede existir sin el fuego y la tierra: un cuerpo físico debe ser visible y tangible, el primer requisito se cumple por el fuego, el segundo por la tierra; los elementos intermedios entre el fuego y la tierra son el aire y el agua.

La física aristotélica afirma que los cuerpos pueden sufrir cambios de cuatro especies: el aumento y la disminución del volumen, la alteración de la calidad sin cambiar la naturaleza, el cambio de la naturaleza queimplica la destrucción de la sustancia preexistente y la producción de la sustancia nueva y la mezcla de dos cuerpos reactivos que producen un cuerpo que posee propiedades intermedias. Todos los cuerpos reaccionan entre sí por el contacto y se modifican por sus calidades tangibles y contrarias. Luego, Aristóteles enumera las calidades contrarias a las parejas: caliente – frío, seco – húmedo, pesado – ligero, duro – suave, viscoso – frágil, áspero – liso, espeso – sutil, pues elimina la pesadez y ligereza, ya que no son ni activas ni pasivas y no pueden convertirse recíprocamente. Las demás, excepto la pareja caliente – frío que es irreducible, se resuelven y se reducen en el húmedo y en el seco; en el  húmedo: la sutil, la viscosa, la suave, la lisa; en el seco: la espesa, la frágil, la dura, la áspera. Por lo tanto, se dice húmedo (o fluido) lo que no estálimitadoexteriormente por sus propios límites y que se limita fácilmente; se dice seco (o sólido) lo que está bastante limitado por sus límites y que se limita difícilmente. Éstas constituyen la pareja pasiva que tiene extensión y densidad y mucha materia. Por lo que concierne al calor, éste reúne las cosas de la misma naturaleza, mientras el frío reúne las cosas independientemente de su naturaleza. Éstas constituyen la pareja activa que tiene intensidad, rareza y poca materia. Por el contacto recíproco de estas contrariedades nacen cuatro combinaciones; de hecho, hay cuatro factores y seis combinaciones,dos de las cuales no se pueden admitir, ya que las calidades contrarias (cálido-frío, seco-húmedo) no pueden existir juntos. Se ponen asì cuatro calidades primeras, cada una de las cuales confluye en uno de los cuatro elementos:

cálido-seco  fuego

cálido -húmedo aire

frío-seco  tierra

frío-húmedo agua

Todos los cuerpos de la tierra se componen de cuatro elementos mezclados entre ellosen diferentes cantidades y proporciones. Por lo tanto, todos los cuerpos de la tierra están llamados mixtos, y la proporción de mezcla entre ellos es su temperamento o crasis. Si domina el elemento ígneo el temperamento es cálido -seco, si domina el elemento del aire, cálido-húmedo, etc. Cada uno puede tener un temperamento con una marca fuerte o débil, ya que hay un número infinito de matices que expresa las infinitas diferencias entre los cuerpos mixtos de la tierra.” (Giuseppe Bezza – Comentario al primer libro de cuatro – Tetrabiblos de C. Ptolomeo – editor Nuevos Horizontes).

[2] Todo tipo de alimento en estado natural, a través de una alteración, llega a seralimento, con un proceso análogo a cualquier proceso alquímico. De hecho, el primer proceso alquímico es el de cocinar. El mismo Hipócrates dice que el hombre aprendió la medicina con “el arte de cocinar”, porque el arte de cocinar los alimentos es un arte médica. El arte médica es un arte alquímico, ya que consiste en una transformación de los elementos en estado natural y, por tanto, produce, a través de los estados químicos, un determinado humor que es apropiado a la sustancia producida.

Si el vino es como la bilis amarilla, cada elemento será algo que corresponde a su naturaleza. Por ejemplo, la mantequilla puede considerarse como flema de la leche, ya que es el residuo que se adopta en el proceso alquímico que empieza a partir de la leche.

[3] Cuando en el cuerpo humano hay un humor dominante, éste será más o menos alterado, pero tratará de mantenerse constante. Cada uno de nosotros puede estar en salud y vivir para mucho tiempo bajo cualquier temperamento, ya que no hay un temperamento mejor que otro.

[4] Los que volvieron a destacar a un interés público la doctrina de los temperamentos no siempre tenían conocimiento de la doctrina de los humores en su sentido originario, es decir, de acuerdo con todos los componentes y las consecuencias que esta doctrina llevaba consigo. En el ámbito astrológico la doctrina de los humores es transferible, pero junto con una reflexión sobre los movimientos de las estrellas.

“Qué es la ciencia de los movimientos, Ptolomeo lo establece de forma concisa en la primera proposición (…) ésta no puede reducirse a lo que hoy se llama la astronomía de posición, ya que se basa en observaciones precisas de los fenómenos que requieren una constante repetición. De estos fenómenos, los más evidentes son la alternancia delaumento y de ladisminución de los días y de las noches, la cumbre del sol en el cénit en verano, su retirarse en invierno, los lugares de la salida y la puesta del Sol dentro de determinadas áreas durante el año, los diferentes aspectos de la Luna, las apariciones matutinas y vespertinas de Venus; y también: el vario ascender y descender de los signos, las anomalías en el movimiento anual del Sol, que describe arcos iguales en tiempos desiguales, las anomalías de los planetas, cuyo excéntrico es diferente del excéntrico que mueve el cuerpo solar, el cambio continuo de los movimientos de los planetas, en particular, sus estaciones y retrogradaciones, las diferentes configuraciones de los planetas superiores e inferiores respecto al sol, la variación de la intensidad de su luz y de su distancia de la tierra, así que a veces Venus se puede ver en el mismo grado del Sol, otras veces está cubierto por la luz del Sol aunque se encuentra a muchos grados de distancia; del mismo modo, la primera aparición de la luna, que puede retrasar hasta el cuarto día después de la luna nueva, el cambio continuo de los solsticios y equinoccios, el aumento y la disminución de la declinación de lo zodiaco, la gran diversidad de los eclipses.

El arte astrológico es el arte de predecir acontecimientos mediante la observación de los movimientos del cielo, es decir la comprensión matemática de los fenómenos celestiales. Se refiere, por lo tanto, a la astronomía, la astronomía, a su vez a las matemáticas y a la geometría. Sin embargo no justifica la legitimidad y la posibilidad de predicción, que sólo proviene de la filosofía.” (Giuseppe Bezza – proemio del comentario al primer libro de cuatro – Tetrabiblos – editor Nuevos Horizontes).